24 de Marzo. 1976-2021.
Continuidades y Rupturas.
El Silencio enferma y mata.
Este miércoles, se cumplen 45 años del inicio del último Golpe Militar en Argentina, y entre varios slogans que crearon los militares de aquel entonces –como el infame “Somos derechos y humanos” –, estaba el no menos siniestro “El Silencio es Salud”…
Quienes nos dedicamos a la Psicología y a la Salud Mental, tenemos sobradas evidencias de que el Silencio no sólo NO es salud, sino que además enferma (y no pocas veces, también termina matando).
Las y los profesionales de la Salud Mental trabajamos con las palabras, con las memorias, así como con las sensaciones, con las emociones y sentimientos; sabemos que ‘el Pasado’ nunca ‘pasa’ del todo, siempre algo ‘nos queda’ (en el organismo), por ello es importante no dar vuelta la página tan pronto, para poder leer entre líneas y resignificar muchos de los efectos que esa ‘historia’ sigue produciendo en nuestro Cuerpo (y Mente).
Ha habido muchos cambios, desde luego, en estos últimos 45 años… Hubo muchas rupturas, pero también, muchas continuidades… Y como nosotres, les psicólogues, trabajamos y ‘nos metemos’ con todo aquello que genera molestia e incomodidad, me interesa dedicarle unas palabras a algunas de las cosas que –‘en esencia’– parecen no haber cambiado.
“La guerra contra la subversión” del ayer, podríamos pensar, se expresa hoy en “la guerra contra el corona-virus” de hoy… En lo discursivo al menos, hay una continuidad: las proclamas patrióticas, las comparaciones (la batalla heroica contra ‘un enemigo invisible’) y toda la narrativa belicista utilizadas durante la pandemia (y también antes –y en otras latitudes, como la “guerra contra el terrorismo”), lejos de tranquilizarme, aumentan mi preocupación y desconfianza. Rara vez un gobernante invoca el patriotismo, más que para sacrificar y traicionar al pueblo.
Pero hay otras continuidades entre el ayer y el hoy, y me da la impresión que sus diferencias son de superficie:
En aquel entonces había un Terrorismo de Estado, un Plan (‘Cóndor’, impuesto desde 'el norte') para imponer una economía y una sociedad Neoliberal en el Sur del continente –con sus propios valores y criterios–; hubo resistencias, hubo personas Desaparecidas (secuestradas, torturadas, asesinadas), hubo Madres que salieron a buscarlxs, y hubo silencio y cinismo por parte de los militares y funcionarixs de ese Estado ‘de facto’…
Pero también, y no menos importante, es que hubo mucha gente que se hacía la distraída… El ‘Mantra’ de los dictadores se repetía por todos lados: “Algo habrá hecho… En algo raro estaría metidx”… Esas eran las anteojeras y sorderas que desde el poder se difundían constantemente, y que muchxs se ponían voluntariamente.
Han pasado 45 años, y es posible que la consciencia de muchxs se haya ampliado en algunos aspectos; dirán “hoy ya no haría lo mismo”, “hoy no actuaría del mismo modo”…
Pero “lo mismo” sigue pasando, aunque “de un modo diferente”.
En pleno Siglo XXI, existe otro grupo de Madres que, tal como aquellas que rondaban la Plaza de Mayo en los ’70 (algunas –de la línea fundadora– lo seguían haciendo cada Jueves hasta que se declaró la pandemia), buscan saber dónde están y qué sucedió con sus hijas…
Son Madres cuyas hijas fueron desaparecidas para ser prostituidas... Fueron Víctimas de Trata.
HOY, algunas Madres rondan los 3eros viernes de cada mes, entre las 16 y 18 hs, denunciando y reclamando que sus hijas fueron “Desaparecidas para ser Prostituidas” por las Redes de Trata de personas con fines de Prostitución y explotación sexual… Exigiendo al Estado que aparezcan con vida, que se investiguen y desbaraten estas mafias…
Muchas de ellas no vuelven a aparecer, otras aparecen muertas (asesinadas) y/o enterradas como NN, y otras aparecen con secuelas terribles (físicas, pero sobre todo psicológicas) de por vida.
Pero ESO (que se le pide y exige al Estado) difícilmente vaya a suceder, porque las Redes de Trata operan con el apoyo, la complicidad y el amparo de las fuerzas policiales, de inteligencia, del poder político y judicial (muchas veces son quienes las organizan y manejan)… y porque quien no está ‘metido en el negocio’, probablemente ‘consume prostitución’, o calla porque tiene amigos y colegas que están involucrados y que sí ‘consumen’ (y/o porque lo ven como ALGO “NORMAL”, “natural”… Total, ‘son mujeres’ y ‘travas’… ¿Qué les importa?).
Ayer –como hoy–, el Estado y sus funcionarixs les dan la espalda (nadie las recibe ni les da respuestas), las culpabilizan (les dicen “¿qué le hizo Ud. a su hija para que se quiera ir?”), las revictimizan (las tratan de "locas" o "exageradas”), les toman el pelo (“quédese tranquila señora, seguro está con el novio…”), se burlan de ellas (“yo la vi, estaba bien, seguro en unos días vuelve”), y hasta las amenazan (“mejor vuelva a su casa y cuide a sus otros hijos, para que no les pase nada a ellos”).
Todas estas, son frases textuales de comisarios, policías, fiscales, y demás funcionarios del Estado.
Del Terrorismo de Estado, pasamos al Estado cómplice, y a la Erotización del ‘Terrorismo Sexual’… o, como se le dice comúnmente: Prostitución (o Pornografía, cuando la tortura es filmada y difundida en video).
Sonia Sánchez (sobreviviente de Trata y Prostitución, luchadora feminista y abolicionista) afirma que la prostitución no es 'trabajo' ni el 'oficio más antiguo del mundo', sino que es un campo de concentración ‘a cielo abierto’, y la forma de explotación más antigua del cuerpo de las mujeres.
Hoy, todo el mundo saben dónde están los prostíbulos (hay más de 30 mil en todo el país… 1 por cada desaparecidx en la dictadura cívico-clerical-militar)… en todo prostíbulo hay chicas, mujeres, travestis y trans, en su mayoría jóvenes (muchas veces, también niñas y niños), ofrecidas como meros ‘Objetos de consumo masculino’ (sobre todo por varones cis-heterosexuales), esos que se creen Machos pagando para VIOLAR (sí, dije ‘violar’, pues cog*r con alguien que no tiene Deseo, ES y será SIEMPRE una Violación, acá y en cualquier lado).
“Los Prostíbulos son centros clandestinos de tortura (sexual) seguida de muerte”.
Margarita Meira, quien hace más de 20 años perdió a su hija Susi, y que de casualidad la encontró asesinada a manos de una red de Trata (en la cual estaba implicado el Jefe de la SIDE y varios funcionarios de alto rango de aquel entonces), hoy, con sus más de 70 años, sale corriendo con lo puesto cuando, ante algún llamado de un/a familiar, va al rescate de alguna piba que ve una chance y se está por escapar de algún prostíbulo.
Existen numerosos sectores del Gobierno dedicados a combatir la trata, existe Fiscalías, existe la línea 145, existe un Ministerio de Mujeres, existen oficinas de “rescate y acompañamiento” que ‘devuelven a las pibas a los proxenetas’ (según narra Margarita), o que “rescatan” a las chicas y ‘las dejan tiradas’, libradas a su suerte (la misma ‘suerte’ que luego, por no tener ‘NINGUNA suerte’ ni opción, las devuelve al sistema prostituyente: a las esquinas, o al prostíbulo).
Siento vergüenza de saber que ella sola esté metiéndose en la boca del lobo, saliendo a rescatar pibas, mientras yo estoy tan tranquilo en mi casa; y siento vergüenza ajena (y más bien rabia e indignación) por los y las funcionarias y profesionales con cargos del Estado, cobrando abultados sueldos, que en toda su carrera en la función pública no hacen NI LA MITAD de lo que Margarita y la organización MVT hacen en un año… (Y teniendo a su disposición los recursos del Estado).
Paralelamente, y esto también es preocupante, hay Ministerios, Organismos y funcionarixs del Estado, recibiendo y realizando reuniones con Proxenetas con ‘carnet de activistas’, de ‘sindicalistas’, que (además de llenarse los bolsillos) trabajan –en última instancia– para que los Machos prostituyentes no tengan inconvenientes en seguir pagando para abusar mujeres en situación de extrema vulnerabilidad... Y para que esas mujeres y feminidades (con historias de vida repletas de violencias y vejaciones) no puedan jamás salir de esa ‘picadora de carne’ que es la Prostitución…
Después, muchxs se llenan la boca y sus redes sociales con "Ni una menos" y "abajo el patriarcado"...
Más coherencia por favor! Trabajen para que las niñeces, adolescencias, mujeres, travestis y feminidades trans tengan acceso a sus Derechos Económicos, Sociales y Culturales!!, y no para que los machos se las puedan cog*r como a una cosa!, como si fuesen muñecas inflables de carne y hueso!
Estxs 'proxenetas con carnet de activistas y sindicalistas', pretenden hacernos creer que buscan “la protección, las mejores condiciones ‘laborales’, el reconocimiento y amparo legal” de lxs ‘trabajadorxs sexuales’… Pero cualquier persona sabe que, sacando el Monotributo, se puede tener acceso a un aporte jubilatorio y una obra social que le brinde atención médica. Porque es bueno aclararlo: la prostitución no es delito, lo que es delito es el proxenetismo y la promoción de la prostitución (y a mi modo de ver, es delito ‘comprar el consentimiento’ –que en realidad termina siendo 'Sometimiento'– para poder abusar sexualmente a otra persona en situación de extrema vulnerabilidad social y económica).
“La Trata es la otra cara de la Prostitución”.
Argentina adhirió a tratados internacionales que, en los papeles, promueven el abolicionismo (erradicación) de la prostitución, es decir, crear las condiciones para que nadie ‘tenga que’ terminar vendiendo su cuerpo para poder comer, tener un techo, o alimentar a sus hijes. Así como que nadie tenga que vender sus órganos para subsistir.
Hoy, quienes quieren imponer la figura del “trabajo sexual”, lo hacen para LEGALIZAR el Proxenetismo (cuyo eufemismo es ‘reglamentar el ‘trabajo sexual’); lo que intentan es cambiar la legislación, modificar la Ley de Trata, para que los Proxenetas pasen a llamarse “Empresarios/as”, las mujeres y feminidades prostituidas pasan a ser “Trabajadoras”, y los Machos prostituyentes pasan a ser simples y respetables “Clientes”…
Son como aquellxs que antaño quisieron instalar la falaz “Teoría de los dos Demonios”. Este ‘lobby prostituyente’, en cambio, lo que hoy dice es: está la prostitución “buena” (la que supuestamente es “elegida” por mujeres y feminidades mayores de 18 años), y “la mala”, que sería la trata (coaccionada, y con personas de cualquier edad)… Cuando en realidad son 2 caras de una misma moneda, que intenta tranquilizar la conciencia de los prostituyentes para ir, pagar y disfrutar de violar y abusar sin culpa, convencidos de que “ella lo disfruta”, “está trabajando”, “está ahí porque quiere, o porque le gusta”.
Encima de todo se sienten benefactores!
Cada quien se cuenta el cuentito que más le conviene (y además se lo cree).
Hoy, los torturadores son los Varones que ‘van de putas’, los y las que consumen Prostitución (y pornografía, que como dije, es prostitución filmada y propagandizada).
Hoy, los dictadores y funcionarios del ‘Estado terrorista’ son los y las mafiosas que arman y protegen las Redes de Trata, son los y las proxenetas…
Hoy, los y las cómplices, son quienes se benefician económicamente del sistema prostituyente (dueños de hoteles, choferes, Dealers, etc.).
Pasaron bastantes gobiernos “democráticos” desde que terminó “el golpe de estado”, pero NINGUNO abrió los archivos de la Dictadura, y estimo que es porque, la dictadura, no fue sólo “militar”, sino también “empresarial, clerical, y cívica”… Y muchos de los beneficiados de ayer, son personas, funcionarixs o entidades “respetables” del hoy.
Así, la Memoria no se recupera, y las heridas no se sanan… Y la historia se repite, aunque con otros nombres y procedimientos.
Las madres/familiares y las pibas captadas y desaparecidas, necesitan que dejemos de ser ciegos y sordos ante el flagelo de la Trata, necesitan que entendamos que Pornografía-Prostitución-Trata son parte de una sola y misma cosa: un negocio multimillonario que da de comer a muchxs y genera grandes riquezas para pocos (y que paga campañas políticas en todo el mundo). Esta terrorífica y morbosa industria se sostiene principalmente con varones (de toda edad, procedencia y clase social) que consideran a las mujeres, travestis, niñas/os como OBJETOS para su satisfacción.
Sé de las secuelas de la prostitución y la Trata (tanto en las víctimas directas, como en las indirectas: familiares); algunas de las víctimas (hoy activistas) con los años pueden empezar a hablar, y a narrar el horror por el cual atravesaron. Los traumas son tan profundos y similares a aquellos que se experimentan en las guerras.
Actuemos para que, algún día, el “NUNCA MÁS” sea una realidad.
Para que no sigan existiendo Desaparecidas ni Desaparecidos (mucho menos en Democracia).
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